No cabe duda que el desinterés general y la indiferencia de las “autoridades” han permitido que las medidas violentas, como la tortura, el abuso y los malos tratos sean los procedimientos comunes en la actividad penitenciaria.
Ante estas circunstancias de represión silenciosa y aislada, hemos emprendido diversas acciones de desconocimiento a estas prácticas autoritarias, denunciando ante todo, las irregularidades de las que somos objeto, ya que varios de nuestros compañeros tienen antecedentes de quejas y denuncias penales en contra de servidores y funcionarios públicos que han incumplido el reglamento y los artículos constitucionales, así como nuestras garantías y derechos humanos consagrados en la constitución y los tratados internacionales.
Tomamos la consigna de “no existe reinserción social”, ya que en la cárcel se genera y se fomenta la fabricación de la “delincuencia” para su explotación política y económica, convirtiéndola en un negocio del Estado; extorsionando a la población con extractos económicos y cobros ilegales de lista y otras anomalías.
La crueldad, la tortura, el encierro, así como el hacinamiento, no resuelven un factor tan amplio como lo es la desigualdad social, la opulencia de unos cuantos y la miseria de la mayoría…
Nos han amenazado e intimidado como forma de represión y para desalentarnos y que desistamos de nuestras denuncias y quejas. Por lo cual, hacemos responsables de nuestra integridad física y psicológica a las autoridades administrativas del penal en el que nos encontramos, en este caso el Reclusorio Preventivo Varonil Norte, al Lic. Rafael Oñate Farfán, director del mismo, a Hazael Ruiz, subsecretario del Sistema Penitenciario y a Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del D.F., ya que a partir del presente día 27 de junio de 2015 y de manera indefinida, nos manifestamos en huelga de hambre como manera pacífica y legitima de protesta ante las arbitrariedades de las que somos objeto, porque no estamos dispuestos a tolerar ni aceptar más abusos ni violaciones institucionales.
¡Por lo que decimos ya basta!
¡Porque la solidaridad entre presos no sólo es palabra escrita!
Julián López Barrón (dormitorio 3 bis)
Brayan Reyes rodríguez (anexo 3-1-8)
Irwin García Freire (anexo 8-2-3)
Luis Lozano Urgell (dormitorio 8 bis)
Luis Fernando Bárcenas Castillo (anexo 3-1-8)
José Santiago Hernández (dormitorio 3 bis)

O Complexo Penitenciário de Gericinó é o maior conjunto de presídios do Brasil. Deve ter em torno de 35 mil presos – uma cidade. Uma cidade muito particular, certamente, cercada por muros altos e grades, e homens armados nos tetos. Uma cidade na qual, atrás dos seus portões de ferro, as leis do país e conquistas humanas que já datam mais de duzentos anos (contando a partir da revolução francesa), como a própria noção de direitos, só valem até certo ponto, variando de acordo com o administrador de cada presídio, com o status social do preso ou até mesmo com o humor dos funcionários de plantão.
MANIFESTONos próximos dias, o processo contra os 23 ativistas políticos do Rio de Janeiro entra na sua fase final na 1ª Instância, que resultará nas sentenças a serem proferidas pelo Juiz da 27ª Vara Criminal, Flávio Itabaiana.